Las maestras en Veracruz.

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En este momento en que parece que el movimiento magisterial empieza a calmarse y mucha de la gente se queja con o sin razón de las acciones que toman. Me gustaría recordar y escribir un poco sobre el asunto.

Unos tres días después de aprobada la reforma educativa fui a una marcha del magisterio y me sorprendieron dos cosas, la primera era que más que hablar de maestros deberíamos estar hablando de maestras por que la inmensa mayoría eran mujeres, de todos tamaños y condiciones, lo segundo que me sorprendió es que se notaba que no estaban acostumbradas a marchar, a gritar consignas y a rebelarse, estoy casi seguro que para muchas esta era la primera vez que se levantaban a protestar de esta manera. 

Estas maestras no parecía que fueran profesionales de la protesta más bien parecían lo que son, maestras muy enojadas buscando organizarse o organizar a todos: "compañeros, compañeros por favor juntense por zona! no compañeros juntense todos los de primaria acá y por alla los de educación física! curiosos intentos de reproducir en una plaza las miles de juntas que en todo un año escolar tienen las maestras. también curioso y a veces chocante manera de seguir siendo maestras y seguir ordenando y dirigiendo a los demás como si fueran alumnos. Compañeros, compañeros, no necesitamos música, decía una maestra furiosa segundos después de apagarles el sonido a los músicos invitados.

Lo principal de este texto se me escapa, le doy vuelta y no se como llegar. Lo que me ha tocado ver estas semanas acompañando a una maestra (es la razón más cotidiana por la que he estado viendo y marchando cuando he podido, peleándome en las redes sociales cuando no queda de otra). Lo que me ha tocado ver es como muchas maestras  toman conciencia ellas mismas, de que son muchas, de que nadie las tomo en cuenta, ni gobierno para aprobar la nueva ley laboral, ni sindicatos que explicaran o se opusieran, lo único que les han dado es la incertidumbre, la posibilidad de quitarles su empleo, quitarles lo que saben y les gusta hacer. También creo han podido aun que se por un instante hablar entre ellas, reconocerse, reflexionar en como trabajan, como a veces en lo cotidiano se joden unas a otras, como la linea de mando de la burocracia es solo algo que sirve para estorbar el trabajo, por un momento y quizás es lo más valioso que veo el movimiento, les ha dado un tiempo para mirarse y mirar su trabajo, reconocerse como gremio, como maestras.

Hacia adelante quien sabe que pase, muchas ya regresan a clases, quizás por el cansancio, quizás por que quieren volver a lo que saben hacer, quieren volver a la rutina de enseñar y preparar a sus alumnos. Quizás sea el nacimiento de protestas más grandes o de cambios políticos en el estado (ojalá).

De mi parte me gustaría quedarme con esa idea que ahora, montados en el enojo nadie quiere ver, este movimiento magisterial esta hecho de maestras (y maestros) miles de ellas, no son delincuentes que descaradamente defienden sus privilegios (la mayoría de ellas solo tienen el privilegio de su empleo y su salario) Son las maestras de tu primaria, de la escuela que tienes al lado y que por primera vez se decidieron a protestar.

 

 

 

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