A la fotografía se le asocia mucho con atrapar el instante, se piensa muchas veces en que sacar una fotografía tiene que ver con estar en el momento justo, la iluminación adecuada y resolver en un disparo el encuadre.
Visto de esta manera la fotografía se convierte en una labor de componer sobre condiciones que no se controlan, este tipo de imagen se le asocia con la verdad y el periodismo. Una búsqueda de la belleza dentro de la realidad. Pensar la fotografía de esta manera también puede llevar a un juicio moral en el cual solo la foto tomada en esas condiciones tiene valor y autenticidad y el otro lado: la fotografía construida y planeada de antemano, como puede ser la fotografía de estudio, con modelos y demás quedaría como algo artificial, bello pero demasiado pensado.
En todo caso resulta interesante el momento en el que uno tiene una cámara y al mirar decide que allí esta una escena u objeto que vale la pena tomar y como se da en ese instante, un juego entre la composición que se tiene predefinida en el cerebro, junto con el objeto que esta afuera. Es como si se logrará hacer realidad una plantilla que te dice como componer una escena con la realidad.